VIVIR LA CULTURA TAMBIÉN DESDE LO RURAL. Por Mercedes G. Rojo

Sección: Miscelánea en rojo

Sábado, 24 de julio. 2021

Una experiencia que se vive desde el Centro Cultural «El casino», pasionalmente coordinado por Paz Martínez

Paz Martínez ante la sede del Centro Cultural

Hay lugares que, a lo largo de la vida, alcanzan para cada persona que los vive un significado especial. En mi caso siempre ha sido la comarca de Maragatería, en la provincia de León, un lugar en el que tengo parte de mis raíces (también las sentimentales además de las sanguíneas), en el que me he refugiado cuando lo he necesitado y que me ha dado a menudo la inspiración para mi trabajo o al menos la serenidad necesaria para poner, negro sobre blanco, el fruto de la misma.

Dentro de esa variopinta comarca, mucho más hermosa aún cuando te pierdes entre sus poco transitados caminos y te paras a recorrer sus pueblos (muchos casi abandonados) que cuando la observas desde las carreteras que la atraviesan, existe un hermoso pueblecito que es al que hoy le voy a prestar mi atención, un pueblo dividido en dos barrios separados por el río Turienzo, en el que abundan hermosas casas de piedra de aspecto imponente y señorial. Dicen que, allá entre finales del siglo XIX y principios del siglo XX, era el pueblo de España que mayor número de universitarios dio, lo que indica el poderío económico de sus gentes en un momento en el que la educación no era fácilmente accesible por cualquiera; un lugar al que se llegó a considerar como capital de la comarca. El pueblo no es otro que Santa Colomba de Somoza, aunque no voy a hablaros del mismo por sus bondades paisajísticas, ni por su buen yantar (propio en general de toda Maragatería), tampoco por su riqueza patrimonial (que la tiene) ni por sus atractivos turísticos por los que cada vez se está apostando más. No. Voy hablaros de este lugar a partir de una experiencia cultural puesta en marcha ya hace varios años  que hace que, incluso en invierno cuando la población del mismo disminuye considerablemente, Santa Colomba se convierta en un punto de referencia dentro del panorama cultural no solo para la comarca sino que yo diría que para toda la provincia, por su empeño en promover propuestas culturales que surgen pensando especialmente en quienes siguen ligados al pueblo y la comarca en esos momentos del año en que todo el mundo se refugia en las ciudades.

El Centro Cultural, situado en una de las entradas del pueblo

Esa experiencia cultural lleva el nombre de Centro Cultural “El Casino” (su nombre proviene del hecho de que antiguamente fue el antiguo casino del pueblo al que no todo él tenía acceso, cosa radicalmente opuesta a lo que ocurre ahora, que hasta a los foráneos con ganas de colaborar nos acoge) y detrás de la intensa actividad que desde el mismo se promueve está una persona que (rodeada, eso sí, de un pequeño equipo de trabajo que la apoya y refuerza) sin duda es el alma del mismo: Paz Martínez, presidenta del centro, escritora, gestora cultural, “rabo de lagartija” siempre en movimiento y cuya cabeza no deja de pergeñar nuevas iniciativas para mantener el pueblo vivo, tanto en verano como en invierno; una iniciativa que surge por el inmenso amor que le tiene a su tierra y por la creencia –que comparto- de que la cultura ha de llegar a todos los lugares por pequeños que estos sean, como elemento de vida, de unión entre quienes optan por el medio rural como lugar de vida e incluso de trabajo, y  ¿por qué no? incluso como elemento de cambio.

El pasado otoño el Centro fue reconocido con uno de los Premios “Diálogo”, otorgados por la Fundación Jesús Pereda, en su caso el correspondiente a la categoría de Promoción   de la Cultural Local, por la labor continua que desde el mismo se hace en la comarca.

A quienes seguís habitualmente este blog de MasticadoresFEM, su nombre ha de resultaros ya conocido, porque ella es una de nuestras colaboradoras habituales, ya que cada cuatro miércoles nos acerca sus descubrimientos sobre otras mujeres que trabajan desde el medio rural con propuestas muy variopintas, a través de una interesante sección que ha dado en denominar: Mujer, arte, cultura y oficio. Pero volvamos a su tarea desde el Centro Cultural, del que como ya decía es alma mater, y que el pasado año vio reconocida su implicación cultural con la entrega de uno de los Premios “Diálogo”, otorgados por la Fundación Jesús Pereda, en su caso el correspondiente a la categoría de Promoción   de la Cultural Local, un premio que tras haber sido entregado el pasado otoño en Valladolid, sede de la Fundación, se acercó a Santa Colomba de Somoza hace unas pocas semanas en una ceremonia en la que Paz Martínez, como presidenta, agradeció una vez más la implicación de cuantas personas han hecho posible, con su apoyo y su desinteresado trabajo que este proyecto (que cada vez acoge a más personas) sea una realidad y se haya convertido en referencia para otros muchos.  Y es que si ella es su cabeza visible, a su alrededor ha creado un clima de participación que ha permitido y permite que el centro sea un ente vivo en el que cual bulle mucha actividad, dirigida en cada caso por personas que aportan su experiencia para que ese espacio se convierta en  un espacio de reunión y ocio en el que puedan confluir diversos intereses culturales y así se ofrecen a sus socios (con posibilidad de participación para los no socios): charlas, talleres, presentaciones de libros, recitales poéticos, teatro, momentos para el diálogo… También ofrece un espacio de juego para los más pequeños, en el que pueden disponer incluso de una sección de juegos y juguetes a su disposición y recién ha puesto en marcha la disponibilidad de una biblioteca (con servicio de préstamo) que ella misma ha documentado y catalogado para mejor acceso a la misma y que a día de hoy sigue creciendo incluso en novedades a partir de las donaciones de los socios y de cuántas personas se acercan a presentar sus libros en un espacio cuyas gentes siempre te reciben con los brazos abiertos.

Lógicamente, por afluencia de público, una gran parte de las actividades se concentran en el periodo veraniego, pero hay otras que tienen carácter de continuidad a lo largo de todo el año o que se celebran en momentos muy especiales fuera de este periodo más veraniego, porque –como ya he dicho- la cultura también es vida para el medio rural. En ese sentido, una de sus últimas novedades puesta en marcha, ha sido la creación del Club de lectura “Viento del pueblo”, que se reúne una vez al mes desde la pasada primavera y en el que se puede participar incluso como oyente.  Una de las actividades que más éxito ha tenido ha sido la creación de un Filandón de difuntos, en el que he tenido la suerte de ser la otra parte de la parte pensante. En 2018 quisimos recuperar una tradición muy de esta tierra como es la de juntarse para contar historias inquietantes en torno a la muerte y todo lo que esta conlleva al amor de la lumbre (en nuestro caso de las velas). Por dos años consecutivos atrajimos a esta especial actividad a un buen número de gentes de diferentes puntos de la provincia que se acercaron al Centro a compartir historias, música, sopas de ajo, vino con miel y otras viandas (aportadas incluso por los asistentes, al uso de las antiguas costumbres) en una iniciativa que reivindica lo nuestro frente a lo que nos viene impuesto por el consumismo. Lástima que el último año no pudiera celebrarse por causa de la pandemia, aunque esperamos poder recuperarlo este próximo otoño.

Como veis, una intensa actividad cultural para todos los que quieran acercarse y descubrir lo que lugares rurales y pequeños como Santa Colomba tienen que ofrecernos a lo largo del año, actividad que no podría llevarse a cabo sin el esfuerzo y la dedicación de personas que, como Paz Martínez, le dedican parte de su tiempo y su buen hacer, siempre pensando en los demás, con tal ilusión que son capaces de contagiarnos a muchos otros para aportar nuestro granito de arena y permitir que iniciativas así sigan creciendo aún a pesar de la falta de apoyos institucionales (ahora mismo el Centro se está buscando la vida para conseguir los fondos suficientes con los que conseguir el dinero para poder disponer de una conexión wifi adecuada que amplíe y mejore los servicios con los que se puede contar desde el Centro). Así que si estás cerca, te ha llamado la atención la iniciativa y/o crees que tienes algo que aportar desde tu experiencia, te invito a que sigas su actividad a través de sus redes https://www.facebook.com/El.C.C.Casino, y a que te acerques a disfrutar de alguna de sus propuestas en uno de los entornos más maravillosos que la provincia de León nos ofrece a día de hoy. Estoy segura de que no te arrepentirás y de que es fácil que repitas, porque su capacidad de acogimiento a cuantos se acercan al centro tiene ese efecto sobre las personas.

Paz Martínez, además de una tremenda gestora cultural es, como ya he dicho, también escritora. En su faceta de poeta, nos la ha acercado hace algunas semanas Pilar Escamilla Fresco en su Filandón violeta. Paz Martínez en el Filandón violeta.

También podéis encontrar más cosas sobre ella  en los siguientes enlaces:  

Paz Martínez

Elefantes con Alas

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Sembrando Palabras página

3 comentarios en “VIVIR LA CULTURA TAMBIÉN DESDE LO RURAL. Por Mercedes G. Rojo

  1. Es inmensa la labor de Paz tanto en este aspecto como en todos los demás. La admiro profundamente. Además, todo lo hace con una sonrisa y con una predisposición únicas. GRACIAS

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