LA BRECHA DE LA DESIGUALDAD: LAS MUJERES POLICÍAS. Por Irene Fidalgo López

Sección: Escriben nuestras jóvenes

Miércoles, 27 de marzo. 2024

Muchas son las noticias, tweets, reels de Instagram o mensajes en otras plataformas que nos ponen en contacto con el problema de la integración de la mujer en diferentes sectores del mercado laboral aún hoy en día. La necesidad de la visibilidad de la mujer resulta, pues, necesaria y fundamental para que se reconozcan los derechos individuales y fundamentales de los que también deberíamos gozar las mujeres en todas las partes del mundo.

A pesar de que cada vez son más las mujeres que acceden a los cuerpos de seguridad del Estado, el porcentaje sigue siendo muy minoritario.

A pesar de que en otros artículos ya he tratado este problema con anterioridad, me parece necesario retratarlo desde todas las perspectivas posibles. En este caso concreto trataré sobre la historia de la mujer dentro de los cuerpos de seguridad del Estado. Comencemos con cifras para vislumbrar de una manera más concreta el problema al que nos enfrentamos. Según Gómez Frieiro apunta en el blog «Campus Training» de formación para diferentes cuerpos de la administración, solo un 12% del total de miembros de la Policía Nacional de España son mujeres. Esto quiere decir que de un total de setenta mil agentes de la Policía Nacional solamente ocho mil son mujeres. Comparemos estos números con los de la Guardia Civil para asegurarnos de obtener una mejor visión sobre esta problemática. En este caso el porcentaje es aún más bajo. Solo un 7% de los miembros de este cuerpo son mujeres, lo que, de un total de setenta y cuatro mil efectivos, deja únicamente a cinco mil mujeres dentro de esta especialización.

¿Cuál es la principal causa de estos datos? ¿Sucede lo mismo en otras partes del mundo? Estas son las dos principales preguntas que deberíamos hacernos.

La primera de ellas puede ser fácilmente respondida. Por un lado, las pruebas físicas, las condiciones que se plantean para poder entrar a formar parte de los cuerpos de seguridad resultan especialmente duras. Esto, unido a los prejuicios sociales o la propia marginación por parte de compañeros de trabajo, puede afectar a la decisión de muchas mujeres para entrar a formar parte de una rama profesional que resulta en exceso demandante. Unidos a estos factores se encuentra también el alarmante porcentaje de mujeres, especialmente en México, que han denunciado haber sido denostadas por sus investigaciones, piropeadas indecentemente o incluso avergonzadas en público por su cargo o amenazadas sexualmente. Es importante mencionar también el creciente número de hombres que tienen un cierto fetiche con las mujeres policías, lo que parece que les otorga carta blanca a comportamientos inapropiados.

Ahora bien, ¿esto sucede en otras partes del mundo? Por mucho que me gustaría contestar con una respuesta negativa, la verdad es que este es un problema de talla mundial. En Pakistán solo el 2% de los efectivos son mujeres, lo que influye también en la interposición de demandas, pues muchas mujeres no se atreven a acudir a la policía por miedo a ser juzgadas con severidad por el otro sexo. En Pakistán influye en este bajo perfil de mujeres policías más que unas pruebas de acceso de dificultad, unas normas culturales y sociales que subyacen a la baja demanda de mujeres que acceden a los reclutamientos.

La historia de las mujeres policías y su batalla por ser consideradas igual que sus compañeros varones comienza en 1981 en Valencia, a finales de los años setenta y comienzos de los ochenta, cuando algunas mujeres valientes decidieron tomar parte de los cuerpos de seguridad del Estado, siendo discriminadas y rebajadas por debajo de sus compañeros varones: no podían conducir coches patrulla ni tampoco se les permitía portar armas. A pesar de que estas primeras mujeres superaron las mismas oposiciones y pruebas que sus compañeros, una vez nombradas, eran destinadas a puestos cerca de los ayuntamientos y acompañadas por hombres.

Homenaje a mujeres policías en Murcia. Afortunadamente, la situación femenina dentro de estos cuerpos va cambiando a mejor, poco a poco.

La situación de las mujeres policías fue mejorando entre 1993 y el 2000. Se nombró a la primera mujer inspectora y pudieron acceder con una mayor facilidad a puestos de importancia dentro del cuerpo. Sin embargo, todavía queda un largo recorrido por hacer para favorecer la completa igualdad dentro del cuerpo de policía para todas las mujeres que han hecho de esta rama su profesión en todas las partes del mundo.


Irene Fidalgo López, es una joven escritora que tras estudiar el grado en Lengua española y su literatura en la facultad de León, actualmente se encuentra cursando un Máster en Formación del profesorado. Su interés por la literatura de lo insólito la ha llevado a colaborar en las residencias de verano con el grupo GEIG de literatura de la universidad de León.

Interesada por la lectura y escritura desde una edad temprana, comenzó su andadura por el mundo literario de su ciudad natal recitando en el Ágora de la Poesía y uniéndose posteriormente al joven colectivo #PLATAFORMA, con quienes ha participado en diversas performances poéticas y en publicaciones colectivas. Además ha participado también en las antologías colectivas de escritoras leonesas dedicadas, con motivo del 8 de marzo, a diversas escritoras como Josefina Aldecoa (2019) Alfonsa de la Torre (2020) Manuela López García (2021), así como en diversos encuentros como Escritores por Ciudad Juárez – León o la celebración del Día de las Escritoras, también en León.

Cuenta en su haber con el poemario Tiempo en calma con la editorial Mariposa Ediciones. 

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