KARINA FACHE ULFE. «ACOMPAÑAR EN MOVIMIENTO»: JUNTO A QUIEN LO NECESITE. Por Rosa María Berlanga

Sección: Entre cálamos y péndolas… todo lo demás

Lunes, 25 de marzo. 2024

Merendando con Karina. Fotografía: Rosa Berlanga

Oooooooohhhhh… que paz se respira aquí… ¡qué buenos los croassanes de semillitas con chocolate!… Qué mona esta chica, nos invita a merendar… Hétera, bien empezamos, no seas descarada…

Karina nos recibe con una enorme sonrisa.., ella es así. Cariñosa.

“Eso, por ser terapeuta transpersonal y dedicarse al acompañamiento individual y ayuda en el conflicto y duelo personal, todo dulzura y empatía…” Sí Hétera y sin restarle un ápice de asertividad.

Es de familia muy humilde, de Lima, Perú. Madre soltera. Dejó a su marido y decide sacar sola adelante a sus hijas, estando embarazada de ella y teniendo su hermana un año. Recuerda la falta de juguetes (“…su primer juguete se lo regaló su padrastro, con 6 años, casita de muñecas con familia de muñequitos, abuelitos incluidos… ¡»La casita de Lidi, que cool, Ooops!”), la percepción de no tener casa propia. Al crecer se preguntaba “¿por qué?”. “Te cohíbes, aprendes a no pedir… con 5 años quise estudiar ballet, siempre movía las caderas… Ni siquiera lo dijepor eso en cuanto pude comencé a bailar. Durante un tiempo en Madrid Río. El baile me devuelve a mi niña interior. Aprendí a tocar piano cuando pude permitírmelo… con 32 añosSomos cuatro hermanos, yo la segunda, siempre nos hemos ayudado mucho… Me rebelé siendo adolescente. Me escapaba de casa, para buscar y buscarUna catarsis personal …

Con 19 años, suspiraba por conseguir dinero trabajando. Mediante un curso profesional, lo consigue. Un banco. Rutinario, aburrido, pero daba dinero. Su novio , igualmente, ganaba dinero. Miles de soles peruanos, un privilegio. Su padre reapareció en su vida, le propuso venir a España (“¡aaaahhh!, así son ellos, desaparecen, aparecen, y… joroban las situaciones…”, pero ¡Hétera, mujer!… “¿Queeee?..”). Aquel hombre, por fin, asumiría sus responsabilidades. No fue así. Volvió a Perú al mes.

Yoga con inmigrantes. Archivo personal de Karina Fache Ulfe en Instagram

Cumplidos 22 años, comienza a trabajar con una empresa de staff, yendo a distintos destinos y la envían un mes a la selva (“Guauuu… pregúntale, pregúntale, ¿Vestían con taparrabos?, ¡Qué erótico!”, ¡Shsssss!… “¡Vaaaleee!”…) El comienzo. Horario duro, jornadas interminables, incluidos sábados. Conocer la verdadera pobreza. Por falta de tiempo, no puede seguir estudiando… y vuelve a España.

Con enorme añoranza, acepta la proposición de su novio, para casarse y venir. Lo hacen, tremendamente jóvenes. Él no estaba preparado para este cambio. Empieza a estudiar Empresariales y, con él perdido, comienzan los conflictos y acaban divorciándose. Tiene 28 años. “Una separación sanadora. Me llevó a cuestionarme a mí misma, agotada en el proceso de “la pelea con el otro”, un aprendizaje constante, hasta hoy. Hay que saber conocerse, buscar, descubrirse y compartirlo, que las personas se compartan y que tú seas testigo”.

Viajó a la India, sola, y aprendió, le inspiró curiosidad, no miedo. Un ambiente ligeramente naif. Pobreza extrema, dura y frustrante, gentes que compartían todo lo que tenían. Una ayuda “bonita” (¡que no se nos despisten las comillas… ¡Buf!!) La vida la empujaba y endurecía. Había que trabajar por ayudar.

Terapia “Renacemos”. Fotografía: Antonio B. Huerga

Con su carrera y una experiencia dilatada, consigue un buen trabajo en banca de seguros. Funciona económicamente, pero está aburrida, extraña el contacto humano. Comienza voluntariado con mujeres encarceladas con sus bebés, niños en exclusión (Arganzuela) e imparte talleres para personas desfavorecidas. Le recordaba los asentamientos humanos del trabajo en Lima (Fundación San Viator) “Se abre y se rompe el corazón, cuando, aquí o allí, un niño, sin zapatos, te trae un trozo de tarta porque el día anterior su madre la hizo por su cumpleaños. Solos todo el día porque los padres deben trabajar, sin medios para el cuidado. Había que dar un apoyo integral a los niños”. Luego fue la Asociación “Granito a Granito”, que atiende a personas sin hogar. Repartían bocadillos y café a los indigentes, en las noches frías, por las calles (¡Cuánta valentía!, ¡con el frío que hace!)… Coordinó eventos para conseguir alimentos e impartió terapia en albergues. Pero echaba en falta la recuperación de la dignidad de las personas, su autoestima, confianza o sociabilidad. “Eso es lo bonito”.

Da “bandazos” (¡Pst!… ¡Nadie es perfecto!). Compagina bancos de alimentos y vida profesional. Reparte comida en el de San Blas. Proporciona y lleva alimentos a mayores en soledad. Interacciona con ellos, por ejemplo, en las meriendas, acompañándoles, charlando… “Recuerdo a una pareja de ancianitos, muy linda, con los que pasaba un par de horas por las tardes”… Sonríe (“¡Aaaaaayyyy, joooo, se me cae la baba con ella, qué mona!”). Esto es lo que le llena. El contacto, la colaboración, la compañía. Se preparará para eso.

Bailando en “Cálamos & Péndolas”. Fotografía de Rosa Berlanga

Tras Empresariales, no desea memorizar para conseguir una nota o título. Comienza Inteligencia emocional, PNL, Reiki, se forma como Terapeuta Transpersonal. Tres años de “ciencia” aplicada a la práctica cotidiana (descubrimiento interior, sanar heridas, compartir lo recibido, sanación con nosotros mismos y nuestros ancestros, aprendizaje para describir sensaciones y perdonarnos, descubrir qué nos importa) y ahora, cursando Educación Social en UNIR, ayudada por su madre y su padrastro, encontró ese camino de comprensión, autodescubrimiento, expansión y disfrute vital. Fustigarse no sirve de nada. Privilegiada, quiere devolver lo recibido (¡Generosa es un buen rato… menuda merendola nos ha preparado… y esos consejitoooos…! ¡Uhm!). Y el movimiento como sanación. Clases de baile (tango, hiphop, latino, funky, oriental y bolywood“¡Tan divertido.., hey, podíamos “marcarnos” algo… que nos enseñe, que tú eres muy sosa…!”… ¡Por favor Hétera, un poquitito de seriedad, jolín!) Conectar con la energía femenina, disfrutar y superar las limitaciones físicas… Se divierte. Se empodera. Alimenta su niña interior. Bioenergía aplicada a terapia mediante movimientos estudiados y posturas incómodas, que nos “abren”. Nuestro cuerpo nos informa.

Karina al natural. Archivo personal de Karina Fache Ulfe

Pero atravesó un mal período físico. Creyó que se moría, el dolor físico la aterrorizó “No hay que forzarse. Si no se puede, pues no se puede. Si hay que morir… uno puede irse mañana. No hay que olvidarlo, y debemos estar en paz, y llegar dónde podemos” (“upppps, ¡Qué razón lleva!… ¿Dónde está el sofá?”). Y decide abandonar su estable trabajo para impartir terapia transpersonal, meditación guiada, yoga, conciencia corporal, acompañamiento de pacientes, biodanza y danzaterapia… Poder ayudar. Sus pacientes, acaban ciclos terapéuticos, pidiéndole continuar «on line», nueva vía de posibilidades que favorece no enredarse tanto en la sociedad (El espacio compartido con las personas que nos necesitan, debe ser sagrado). Así que ahorró y dio el salto definitivo, porque quería acompañar con toda su energía, al cien por cien “Lanzarme ha sido amar ese hijo que he creado

Se enfoca, además, hacia temas cruciales, conociendo la estructura, apoyando y acompañando. Emigración, familias pobres o en exclusión, acompañamiento a personas con adicciones, adolescentes violentados, mujeres inmigrantes enredadas en tramas de trata y prostitución. Volver a los centros, trabajar grupalmente con la gente, dando todo lo que se pueda, sin apartar el cuidado propio (también es responsabilidad). “Donde te toca estar, hay que hacer y para poder dar, hay que estar bien. Hasta donde llegues –si tú faltas, las cosas seguirán allí-. Nos hacemos imprescindibles para mantenernos enganchados y evitar mirar en nuestro interior”. No hay que parar de formarse. Talleres de voluntariado, reeducación, inserción social. Poner un parche está bien para aislar pero se requiere más acompañamiento, conseguir reinserción social.

“Terapia transpersonal” Espacio Huerga-Fierro. Fotos de Antonio B. Huerga

Hoy, con su pareja actual (las anteriores han sido espejos y maestros), cierran otro ciclo. Planean instalarse en Asturias. Son muchos los símbolos, pasados y presentes, que los empujan. Números que se repiten en su vida, símbolos maestros, especialmente el último año. Siente vértigo, pero desea hacerlo. Son veinte años en Madrid. Ha hecho familia, siente amor y gratitud, pero el ciclo ha terminado y la despedida es buena. Con el equilibrio ha aprendido a decir “No”. El aprendizaje no acaba, conviene poner ciertos límites, empezando por uno mismo y saber comunicarlo a otros “… hay que despegarse”.

Evoluciona al compartir, ayudando. Debemos soltar el ego que “rechaza” y tiene sus caprichos. A veces, cosas buenas para nosotros no nos gustan y hemos de aprender a que nos gusten, escuchar nuestro cuerpo y mente, que no se van a callar y no podemos contradecirlos («nuestros pensamientos no se van a a callar y es mejor que nosotros los elijamos a que ellos decidan cuáles se quedan con nosotros»). Transmitir a través de las terapias. Sobrepasar los propios traumas, compartir nuestra propia seguridad. La terapia transpersonal implica dar pasos para nuestro cambio. “La vida es solo el presente, y nada más. Disgústate. Suelta. No quedes bien (¡Yo me cargo a  alguien!… Buff). Es liberador y aportará paz. Es fácil perdernos en la emoción de las situaciones, debemos empoderarnos y ayudar a los demás a empoderarse, a superar los traumas y la autopérdida, salir de la adolescencia.

Anuncio-Terapia. Archivo personal de Karina Fache Ulfe en Facebook

Se puede “soltar mochila”, cambiar de traje, los dolores físicos enseñan a vivir el presente, sin límites, para sentirnos cada vez mejor… ¡Y acompañar! Un trabajo sin fecha de caducidad. No piensa en “jubilarse”, va a hacer esto mientras la vida no le “diga” otra cosa, pero sabiendo desprenderse.  “No se trata solo de lanzar la semilla, no es lo importante. Importa la tierra fértil donde cae, las condiciones, el momento y cuidarla para que germine y crezca… Hay que aprender, disfrutar y compartir, expandirse y fluir. Si me toca otra cosa, iré encantada, el enfoque puede cambiar ¡Esto es el ahora!” Tiene una página web (CreSer Conscientes), publicaciones, videos y ha soltado mucho pasado.

Anuncio Página Web. Archivo personal de Karina Fache Ulfe

Servir y compartir. Que la sociedad mejore. Aunque no lleguemos a verlo, no sucederá de un día para otro. Formar parte del grupo, de la evolución, que sea la función propia, disfrutar de ella, no desde el victimismo, el enfado o la lucha, sino desde la herramienta de la ayuda, para quien esté en ese momento en disposición de poder recibirla y hasta donde la persona decida experimentarla.

No depende de nosotros salvar el mundo, si así fuera, estaría todo solucionado. Hay que trabajar sin idealismo exacerbado, sin desesperación ni frustración.., desde el realismo, con los pies en la tierra, y hacer todo lo que podamos desde nuestro entorno, en el momento en que pasamos por aquí…”

(“Aunque bueno… soñar un poquitillo… ¡tampoco está tan mal!… ¿O no?”)

******************

Enlaces y redes sociales


Redes Sociales: (20+) Rosa María Berlanga Benito | Facebook,

Instagram: rosa_mbb

Un comentario en “KARINA FACHE ULFE. «ACOMPAÑAR EN MOVIMIENTO»: JUNTO A QUIEN LO NECESITE. Por Rosa María Berlanga

Deja un comentario