ALGO CAMBIA SI CAMBIA SU PERCEPCIÓN SOCIAL. Por Ángeles Fernangómez

La sociedad como paradigma de la erradicación del machismo

Sección: ÁgoraFEM

Viernes, 6 de 0ctubre. 2023

Algo, y por algo, está cambiando en este país nuestro, y quiero sospechar que también más allá de sus fronteras lo está haciendo. Me refiero aquí a lo relacionado con la mujer y su respeto y consideración debidos. Que mucho queda todavía por andar nadie lo duda. O sí, porque aún queda algún machito o señoro que todavía piensa que nos estamos pasando con los derechos y que las leyes son exactamente iguales para mujeres que para hombres, y esto es cierto, aunque cuidado que una cosa es la teoría y otra, la práctica.

Mayoría de ponentes femeninas en los cursos universitarios de la UCLM

Pero había empezado mirando hacia lo positivo y no quisiera desviarme, porque muchas cosas están cambiando y a bien, aunque creamos que no, y han cambiado porque hemos despertado y las han ganado a pulso los movimientos feministas que, si bien partieron de movilizaciones iniciadas por la mujer, sin embargo, hoy los secundan una multitud de hombres trabajando codo con codo con las mujeres y organizándose por la igualdad real.

El cambio substancial está en no ver como normales ciertos comportamientos femeninos que la sociedad sí veía antes como tales e incluso graciosos y que ahora se observan como que ¡maldita la gracia!

Y ahora, hagamos un ejercicio de intro y retro-spección y tracemos una línea vertical por la mitad del folio (también cabe hacerlo mentalmente). En el lado de la izquierda, escribamos (o pensemos) cómo estaban las cosas 40 o incluso 20 años atrás con respecto a este tema. La parte de la derecha la reservaremos a reflexionar sobre cómo están ahora. No me refiero, tristemente, a lo relativo a la violencia machista, problema más duro de pelar y más sangrante, que tal vez requiera de más concienciación y de inspeccionar más vías de solución y dedicarle mayor tiempo, porque es peliagudo y seguro que no depende de un solo factor sino de algo mucho más complejo, pero sí se ha producido un cambio sustancial en lo relativo a no ver normales ciertos comportamientos masculinos que la sociedad sí veía antes como normales e incluso graciosos y que ahora se observan como que ¡maldita la gracia!. Algo así como lo que pasó con lo de prohibir fumar en los lugares públicos y centros de trabajo, bien puede ser este un símil perfecto, ya que hoy por hoy nos parece mentira que antes se fumara en las oficinas o bares sin cuestionarse nadie tal costumbre, pero los cerebros son maleables y se acostumbran a los cambios con más soltura de la que pensamos, así es que hoy nos parece inconcebible que se fumara en esos lugares y no ha pasado tanto tiempo del cambio,. A eso voy cuando digo que algo ha cambiado en el campo del machismo y el respeto hacia la mujer como ser humano que es y digno de una condición y trato igualitarios. Y ese cambio radica en no ver como normal lo que antes sí se veía. Cierto que siguen existiendo violadores, maltratadores y antifeministas de libro, pero la sociedad ya no los tolera como los toleró, ya no justifica al hombre como lo justificó aludiendo a su condición de hombre-macho que la naturaleza le hizo sin fácil capacidad de contención sexual -así pensaban muchos y muchas antes- y dejar de pensar eso supone el principio más elemental del cambio definitivo. Se dice que para muestra basta un botón y es que, hace años, el comportamiento de ese señor apellidado Rubiales, por ejemplo, en el caso que todos conocemos, habría sido considerado algo sin mucha o ninguna importancia, tanto por la mujer sujeto pasivo del acto como por la propia sociedad en general. Si se hubieran fijado en ello lo habrían tomado como una gracieta cuando menos y, cuando más, incluso pensaría alguno (y alguna) que contenta tendría que estar la chica, ya que eso significaría que la considera guapa y atractiva. Que sí, que sí, que así se vendía el paño…

Pero hete aquí que, como digo y como cantó Luis Pastor, los tiempos están cambiando/están cambiando los tiempos… (por mucho que le llaméis no saldrá del agujero), en esa ocasión el cantautor se refería al ya muerto dictador que soportamos durante cuatro décadas y ahora lo queremos aplicar al tema de la deseada decadencia del machismo. Sin embargo, no podemos cantar victoria y hemos de seguir con ojo avizor que la maldad siempre acecha. Pero sí, están cambiando los tiempos y, sin embargo, algunos no se enteran de ello. Ciertamente, ya no es visto como algo normal que un hombre -y más un superior jerárquico- le plante un beso en los labios porque sí a una mujer y sin permiso, por mucha euforia que rodee al momento. Y el éxito de ese cambio radica en que ha sido la sociedad quien le ha acusado, psicológicamente juzgado incluso, y quien ha visto anómalo y fuera de lugar semejante comportamiento. Ese es el éxito, el verdadero paradigma del cambio.

El verdadero comienzo del cambio estructural de la sociedad, es el que se produce en la mente colectiva

Las mujeres estamos cada día más presentes en todo los ámbitos públicos y lógicamente, sabemos resolver todos aquellos campos antes considerados feudo del hombre con igual soltura y eficacia que puedan hacerlo ellos, nadie debería de dudarlo. Acabo de asistir a un curso de verano de la UCLM y la gran masa de ponentes eran mujeres, con un bagaje cultural y profesional de altura y, lo mejor de todo es que nadie se asombrara de que esas mujeres hicieran a la perfección lo que estaban haciendo. Ese es el verdadero comienzo del cambio estructural de la sociedad, el que se produce en la mente colectiva, el de dar la vuelta a la tortilla y normalizar lo que antes se veía erróneamente como anómalo (y viceversa) y es que el feminismo ha venido para quedarse y, tomados de la mano mujeres y hombres, cambiar juntos lo injusto y conseguir un mundo mejor y totalmente igualitario del que beneficiarnos todos.


Ángeles Fernangómez fotografiada por Pilar Escamilla

Ángeles Fernangómez es una poeta y narradora leonesa residente en Madrid.

Cursos de Periodismo, Poesía y Literatura creativa. Creadora y Coordinadora del Grupo de Encuentros poético-artísticos Poética en GredosCofundadora de la Asociación Versos Pintados del Café Gijón (pintores y poetas). Organización y Coordinación de Ciclos como La Literatura Temática.

Coautora de Guiones e interpretaciones de Performances literarias: Profanando la letra, diálogos a cuerpo abierto o la de, Sylvia y Anne, oscuras novias conspiradoras.

Publicaciones en revistas: Alkaid, R.Universidad Quintana Roo (México). Visítame Magazine (N.Y.) entre otras. Un buen número de colaboraciones en antologías (poesía y relato), tales como: 50 poetas contemporáneos de Castilla y León, Encuentros en Sambara, El Quijote en el Gijón, En una Ciudad Lineal, Versos Pintados, La mujer en la poesía hispano-marroquí, Filando cuentos de mujer, Amor se escribe sin sangre…

Publicaciones en solitario (Poesía): Chupitos Poéticos (Poesía breve 2011-Edit.: Los Libros de Umsaloua) y Poemarios Papel Albal (2016) y Ven a mi burdel (2021), Huerga y Fierro Editores.

Finalista premios:  “I Certamen Jirones de Azul”, “Premio María del Villar” o Certamen “Les Filanderes”

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