PURA PASIÓN POR LA CIENCIA CON ACENTO GALLEGO. Por Marisa Alonso Núñez

Sección: Mujeres en la Ciencia

Miércoles, 20 de septiembre. 2023

¿Sabes lo que es la pasión por la ciencia?

¿Sabes lo que es querer contarle a todo el mundo lo flipante que es la ciencia?

Si no lo sabes es que no has escuchado a la mujer de la que te voy a hablar hoy. Es eso: pura pasión por la ciencia con acento gallego.

Se llama Luisa Martínez Lorenzo y es la responsable de la Unidad de Cultura Científica del CSIC en Galicia.

Luisa Martínez Lorenzo. Fuente: Periódico Atlántico.

La conocí en el año 2016, cuando vino a Astorga con el proyecto Ciudad Ciencia para representar, junto a dos actores, una obra de teatro superchula para los alumnos de los coles de Astorga. Se titulaba “Qué trabajo tan curioso” y los asistentes tenían que adivinar qué trabajo tenía Luisa por las cosas que hacía. ¿Te imaginas qué trabajo era? Pues sí, el de científica.

Y fue ahí donde pensé: “Me encanta la energía de esta chica. Creo que le apasiona la ciencia y contarla casi tanto como a mí”.

Después de ocho años, tuvimos la suerte de volver a contar con Luisa y sus compañeros una vez más en Astorga para que les contaran a los astorganos más pequeños lo increíble que es la ciencia y lo fascinante que pueden ser los científicos. Y entonces pensé que tenía que escribir sobre ella.

Charlando con ella para que me contara alguna cosina más, descubrí algunas cosas que me dejaron todavía más fascinada y que quiero contarte para que lo flipes tanto como yo.

Luisa es de Nigrán, cerquita de Vigo, y en su familia ya se respiraba la ciencia desde que era pequeña porque sus padres eran químicos los dos. Además, en las Rías Baixas ella tenía mucho contacto con el mar y con la naturaleza. Eso, unido a que su familia materna tenía una casita en una aldea de A Coruña y allí pasaba algunas temporadas, hizo que su amor por el mar y la naturaleza se convirtiera en pasión. Y sí, me contó que fue una niña que cogía cangrejos, miraba las medusas, cotilleaba las algas de las marismas de delante de su casa y cuando estaba en casa de sus abuelos, no podía dejar de estar pendiente de murciélagos, búhos e insectos.

Estoy segura de que adivinas qué quería estudiar Luisa. ¿A qué sí? ¿Has dicho veterinaria? Pues casi aciertas, porque hasta un mes antes de la selectividad eso era lo que quería estudiar. Sin embargo, el destino hizo que llegara a su conocimiento, a través de una profesora del instituto, la existencia de una nueva carrera por aquel entonces: Ciencias del Mar. La carrera la pusieron en Canarias, pero eso no le frenó. Se fue de Galicia a Canarias y estudió Ciencias del Mar.

Microalgas en placas Petri. Fuente: Periódico El Mundo

Durante la carrera descubrió que le gustaban mucho las microalgas, así que se fue con una beca a Islandia durante 6 meses para estudiar cuestiones de acuicultura.

Al volver a España le surgió la posibilidad de volver a Galicia, a hacer la tesis en el Instituto de Investigaciones Marinas de Vigo.

Durante sus tesis trabajó con experimentos para cuantificar la cantidad de carbono que fijaban las microalgas, tema superimportante por su aplicación en la reducción de la cantidad de CO₂ en la atmósfera. Se tenía que embarcar en el buque Hespérides y otros buques para recoger las muestras que necesitaba para sus experimentos, que realizaba en muchas ocasiones a bordo de los buques.

De hecho, ha estado en campañas oceanográficas en la Antártida, en las Azores y en el Norte de la Península Ibérica. Estas temporadas en alta mar le dieron mucha información sobre las funciones fotosintéticas de las microalgas y la cantidad de carbono que fijaban, así como la posibilidad de crear mapas de muestreo para poder ver el crecimiento de esas microalgas que estudiaba.

Buque Hespérides navegando en 2013. Imagen de Christopher Michel – Antarctica 2013: Journey to the Crystal Desert, CC BY 2.0

¿Te lo imaginas?

Un trabajo increíble, aunque cuando les tocaba mal tiempo en el barco no podían hacer nada. Ni recoger muestras, ni hacer experimentos, ni aprender de lo increíble que es el océano.

Y fue en 2007 cuando finalmente el apasionante mundo de contar la ciencia le atrapó. En ese año le pidieron hacer junto con otro investigador un proyecto de cultura científica de divulgación de la investigación marina, y se dio cuenta de que estaba más motivada para contar la ciencia que para hacerla.

Y en 2008 lo hizo oficial convirtiéndose en la responsable de la Unidad de Cultura Científica del CSIC en Galicia, que ocupa hasta hoy en día.

Y aquí empieza lo más flipante de Luisa. Y es que, desde entonces, ha tenido como meta desarrollar proyectos de cultura como herramientas para acercar la ciencia a la sociedad. Me contaba que a veces la gente no lo entiende y que hay cansancio informativo en determinados temas de ciencia. Pero lo precioso de este enfoque es que la cultura está ligada al ocio para que la gente reflexione y pase a la acción, en este caso en temas relacionados con la ciencia.

Luisa con el libro ¿Qué tienen que ver las vacas con el cambio climático?. Fuente: Periódico Atlántico

Con esta filosofía ha llevado a cabo muchos proyectos, entre los que está el Teatro Científico “Qué trabajo tan curioso” del Proyecto Ciudad Ciencia del que te hablé al principio. Pero no solo este. Por ejemplo, ha escrito dos libros divulgativos con temáticas diferentes pero con títulos muy sugerentes. Uno se llama Puf! vaia peido. Seres sorprendentes con nomes ben ocorrentes (escrito en gallego) y el otro, que escribió en colaboración con una consultora ambiental, se titula ¿Qué tienen que ver las vacas con el cambio climático? Son libros enfocados a niños, pero que los mayores también pueden disfrutar. De hecho, con esos títulos, ¿no te entran ganas de leerlos y saber qué dicen? A mí muchas.

Y si te has pensado que las actividades increíbles de Luisa terminan ahí, estás equivocada. Lo siento. Todavía me quedan más cosas que contarte. Y es que hizo un proyecto con el que estuvieron en una serie de televisión con el CSIC. En esa serie el protagonista llegaba a casa y contaba que un científico había ido a su clase a hablar de incendios. La serie era de la Televisión Gallega y está en gallego, pero si te apetece verla se llamaba “Era visto” y el episodio donde participa Luisa es el tercero de este programa. Creo que te va a resultar muy entretenido y divulgativo.

Y por último no puedo dejar de contarte que es ilustradora aficionada, y le chifla mucho. Hizo una residencia artística con el centro cultural de España en el Salvador, donde trabajó con el agua en las comunidades rurales. Las ilustraciones que surgieron están recogidas dentro del proyecto “Cartografías Líquidas”. Para llevar a cabo el proyecto estuvo un mes conociendo a la gente y su realidad. Luego hizo su interpretación y buscó la manera en la que explicar cosas que para nosotros pueden ser muy obvias (el tratamiento de aguas, agua gris, negra y cruda) pero que para las comunidades indígenas les resultaban nuevas. Algunas de sus ilustraciones las puedes encontrar en la web del proyecto, como Vital Líquido, Cuaderno de Bitácora y La letra pequeña del Lago Suchitlán.

Ilustración sobre el Cántaro (Vital Líquido). Fuente: Web del proyecto Cartografías Líquidas

¿Qué te ha parecido? ¿Es o no es flipante?

Pues imagínatela en vivo y en directo.

Es de esas personas que te apetece escuchar horas y horas hablándote de lo apasionante que es la ciencia.

Espero que algún día tú también tengas la suerte de conocerla.


Marisa Alonso Núñez (Astorga, 1979) es una apasionada de la ciencia y la comunicación científica. Como farmacéutica, bioquímica y doctora en microbiología y biología molecular ha contribuido a la ciencia de formas variopintas.

Como trabajando en laboratorios del Instituto de Biología Fundamental de Salamanca, de la Life Science Faculty en Glasgow (Reino Unido), del Paterson Institute for Cancer Research en Manchester (Reino Unido) y del Vanderbilt University Medical Center en Nashville (Estados Unidos).

También ha enfocado sus esfuerzos en la mejora de la situación de los jóvenes investigadores y de las mujeres en la investigación a través de su trabajo en la Federación de Jóvenes Investigadores y en EURODOC (The European Council of Doctoral Candidates and Junior Researchers), donde coordinó el Grupo de Igualdad de Género y formó parte de su Junta Directiva.

Como enamorada de la ciencia la grita a los cuatro vientos con sus colaboraciones en proyectos de Divulgación Científica como Naukas o Hablando de Ciencia y lleva organizando la Semana de la Ciencia de Astorga con el grupo de Divulgación Científica de Astorga CienciAstorga desde 2012.

Recientemente se ha embarcado en un proyecto precioso que llevaba tiempo pensando: transformar la vida de los jóvenes investigadores transformando la forma de comunicar su investigación. Con el programa Divulgar Ciencia en Tiempos Revueltos, del proyecto Investikando, ayuda a otros investigadores a adquirir las habilidades comunicativas que necesitan para avanzar en su carrera investigadora.

Si quieres saber más o charlar con ella sobre ciencia, comunicación y la propia vida… te espera aquí.

Deja un comentario