Una bella y moderna Maruxaina

Por Raquel Villanueva

Sección: Desde lugares que también existen

Miércoles, 2 de febrero .2022

Narón es ese pequeño hermano que nació mirando a su hermano mayor, el lustroso Ferrol. Pero como en el cuento del Patito Feo, el hermano de plumas oscuras, el más recatado, el más tímido, ha terminado por transformarse en esa ciudad que le hace sombra al, hasta hace nada, grandioso Ferrol. Hoy, las fronteras entre ambas poblaciones se difuminan, y por sus calles transitan todo un éxodo de jóvenes ferrolanos, que han terminado por apostar por la urbe más joven y moderna.

Nuestra protagonista: Montse Funcasta

Montse Funcasta es una mujer naronesa. Feminista, ecologista e interesante mujer, que camina por la vida tratando de dar respuesta a las inquietudes que la habitan. Buscadora incansable de todo aquello que pueda hacerla vibrar, durante años se entregó al teatro pero, terminó encontrando en la fotografía su verdadera pasión. Su participación en exposiciones, tanto colectivas como individuales, son el mejor reclamo para poder asomarse a su obra, al igual que su página de Facebook o Instagram.

«Al principio todo era caos y oscuridad, y el primer día dijo Dios “hágase la luz” y la luz se separó de la oscuridad»[1].

La luz, he ahí el comienzo que enamoró a Montse. El descubrimiento de la luz  fue una manifestación que vino a desvelarle hasta partes de sí misma. Esa luz es como el líquido de revelado de todo un mundo interior, que saca a relucir en los trabajos que realiza. Sus ojos son vitrales abiertos al universo, prestos a transformar la luz que en ellos incide. Mujer marina y atlántica, el mar es una parte indisoluble de su obra. «El mar y la naturaleza hablan solos», me dice Montse, con la humildad prendida en su mirada. Esta bella y moderna Maruxaina, nos seduce con sus cantos de sirena a través de sus imágenes. Sus fotografías, hacen surgir el deseo de envolvernos en los paisajes que en ellas se muestran. Como una extraordinaria domadora de la radiación electromagnética, Montse es capaz de jugar con la luz a su antojo, creando, gracias a ella, marinas y paisajes de cálidas e increíbles tonalidades.

Admiradora incondicional de Gerda Taro (mitad, prácticamente desconocida, del fenómeno Robert Capa), de Sergio Larrain, del ferrolano Vari Caramés, se declara entusiasta de las fotos que hablan, que muestran una semblanza, de esas imágenes, aparentemente sencillas, a las que uno se asoma pudiendo encontrar en ellas el latido de la vida y de múltiples historias. Eso es lo que ama de la fotografía, la capacidad de narración que una imagen puede llegar a albergar. Porque una foto puede ser una frase, un poema, un libro, una vida entera. Montse escucha lo que mira a través de su objetivo, las imágenes son sensaciones que nos hablan a través de sus fotografías, porque como dijo Richard Avedon[2]: «A través de mis fotografías puedo hablar de manera más intrincada y profunda que a través de las palabras».

Esta artista de la luz, lleva años estudiando y formándose en diversas técnicas, porque como todos sabemos, el talento ha de acompañarse de trabajo continuo, de superación incesante, de curiosidad duradera. A pesar de sus conocimientos, se declara no purista y rendida ante esa imperfección que logra dotar a las cosas de calidez y humanidad.

la mayor parte de las veces, aquello que nos apasiona, no nos da de comer, pero que a pesar de ello, existe otro alimento al que es imposible renunciar

Gallega de corazón y alma, encuentra en la niebla, en la humedad, en las calles empedradas, en el gris de los cielos, en el húmedo otoño gallego, las escenas que el objetivo de su cámara aprecia recoger. Escenas, que en muchas ocasiones se nos presentan envueltas en una especie de pátina nostálgica, esa morriña que late en esta tierra y a la que ni en fotos, es posible darle la espalda. Cuando no pasea con su cámara, camina por las calles pensando en los rayos de sol que podría haber atrapado, en el reflejo en los charcos que hubiera inmortalizado, en las historias que subyacen en los rostros con los que se cruza en las calles. Porque nunca nada es igual, porque la luz imprime a todo la diferencia, rodeados de parecidos, la mayor parte de nosotros somos incapaces de extraer lo diferente, ella lo ve y lo siente antes ya de pulsar el obturador.

Hubo un tiempo, en que pensó que podría vivir de su arte, en que viviría entregada de lleno a un mundo en continuo movimiento, que ella plasmaría, haciendo del instante presente, pasado ya. El tiempo y la experiencia vino a enseñarle que muchas veces, la mayor parte de las veces, aquello que nos apasiona, no nos da de comer, pero que a pesar de ello, existe otro alimento al que es imposible renunciar, porque sin él moriríamos de igual manera que si nos priváramos del alimento orgánico, el alimento para el alma.

Alejada ya de sueños imposibles, se entrega de lleno a las realidades y su siempre viva inquietud, la lleva a querer compaginar diferentes técnicas, tales como la fotografía y la pintura, este juego de ambas, es el camino en el que le gustaría adentrarse, para seguir avanzando y conociendo todos los misterios de la composición fotográfica.

«Te he buscado tanto tiempo en estas fotos que casi creo que son reales. He vivido tanto tiempo en tus fotos, que casi creo que esas imágenes son todo  lo que puedo sentir»[3]

Las fotos de Montse son reales y, sí, uno podría quedarse a vivir en ellas, desear vivir en ellas, porque traspasan nuestra mirada, porque no son meras instantáneas planas, porque están llenas de sentimientos, de misterio y claridad, de luz y oscuridad que nos hacen soñar. Fotos que nos miran aun antes de que nosotros las veamos. Que hablan sin palabras y que tienen mucho de la persona que se encuentra al otro lado del objetivo.

Para conocer mejor su obra:

https://www.facebook.com/ferrol.spain

https://www.instagram.com/montse_funcasta_/?hl=es


[1] Génesis.

[2] Fotógrafo americano famoso por sus retratos psicológicos de personas famosas y desconocidas.

[3] Pictures of you, de The Cure


Raquel Villanueva Lorca (Ponferrada, 1970). Sus inicios en la lectura se remontan a sus días de infancia, creando a través de los libros un mundo paralelo repleto de palabras y metáforas.

Comenzó sus pasos en la escritura de manera tímida, plasmando en papel reflexiones, relatos cortos, e intentos de historias algo más completas y extensas.

Divide su tiempo en tres facetas: lo leído, lo escrito y lo vivido, trío de experiencias que terminan por conformar el todo que intenta ser.

Socia fundadora del Club Petronio, que intenta —junto con el Ayuntamiento, el Consejo Comarcal del Bierzo y otros organismos públicos y privados—, fomentar la lectura y activar la vida cultural de la ciudad de Ponferrada.

Tiene cuatro libros publicados: La decisión de Elsa (2007), finalista del VI Premio Hontanar de narrativa breve. La Cruz del Sur (2015), novela ganadora del I premio de Novela Corta de Editorial Fanes. Relatos de una adoratriz (2018), antología de relatos eróticos. Relatos de mar y vida (2021), obra finalista de la IV Edición del Premio Caperucita Feroz en la modalidad de conjunto de cuentos.

Varios premios y menciones especiales en diversos concursos de relatos. Colaboradora en reconocidas antologías, como en el libro de autores bercianos que se que se editó con motivo de la entrega del Premio de la Crítica Literaria 2018, que tuvo lugar en Villafranca del Bierzo a primeros del mes de abril del año 2019, o en el muy reciente libro homenaje a la poeta berciana Manuela López. Una vida, una obra.

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