Una verdadera polímata

Por Raquel Villanueva

Sección: Desde lugares que también existen

Miércoles, 3 de noviembre. 2021

Supe sin conocerte, en la ignorancia,
que nuestro encuentro iba a ser
una prolongación silábica del tiempo,
un hilo inagotable de esperanza. [1]
Nuestra protagonista de hoy: Carmen Gago

Poeta, narradora, dramaturga, conferenciante, crítica de arte y literatura, pintora, fotógrafa, colaboradora de radio y prensa, amante de la música y los animales, políglota y viajera, galardonada en múltiples ocasiones, hija entregada, madre abnegada, amante esposa y amiga solícita. Primera autora gallega reconocida con el título de miembro de honor de la Unión Nacional de Escritores de España. M.ª del Carmen Gago Florenti es todo esto y aún mucho más, porque todas estas cosas son una mera muestra de todo lo que Carmen toca, de todo a lo que Carmen dedica su tiempo y entusiasmo. Confieso que me cuesta entender de dónde puede sacar el tiempo, me asombra la prolija labor que realiza, quizás ha descubierto el secreto de la gravedad infinita, para de este modo hacer que el tiempo se frene, o tal vez, consigue pasar las noches en la singularidad de un agujero negro, deteniendo así tiempo y espacio. Ella, que ha encontrado en la noche su aliado, me cuenta que su forma de estirar el tiempo es vivir de noche. Mujer noctámbula que condensa lo mejor de su vida en esas horas oscuras donde otros solemos estar durmiendo. Ella llena esa oscuridad con sus lecturas, con sus escritos, con las notas musicales que van dando forma a sus sueños y realidades. Acompañada de sus gatos, no sé si pardos, transforma las horas nocturnas en tiempo fecundo.  

Algunas de las últimas pinturas de Carmen Gago

Carmen nació en Oviedo, pero sus primeras luces llegaron hasta ella a orillas del Sil. Sus recuerdos de infancia se nutren de esas aguas de río fértil, asomada a la baranda de un barco donde habitan sus más preciadas querencias afectivas. El Barco de Valdeorras es su tierra, su origen, el aroma al que regresar, «necesito respirar El Barco», me confiesa. Y esa metáfora alberga todo lo intrínseco y ligado ya de por vida a esa población valdeorresa. Allí comenzó su historia, rodeada siempre de palabras, arrullada por las historias que su abuelo y su padre (ambos escritores), le desgranaban desde la cuna. Antes de aprender a leer, antes de aprender a escribir, Carmen estaba ya llena de historias que escuchaba, que imaginaba. Sus pasos de adolescente la llevaron a recorrer  las calles de Llanes, donde cursó parte de sus estudios, bajo el cobijo de su familia asturiana. El mar infinito y la proximidad de las grandes montañas, contribuyeron a moldearla. Finalmente, el amor, hizo que dejara atrás su amado Barco y terminara echando el ancla en Pontevedra, «A boa Vila», la ciudad de las fuentes que da de beber a quien pasa. Es en esta ciudad de calles y plazas medievales, de iglesias y fuentes donde embebe su vida desde hace años. Asomada de nuevo a un río, el río Lérez que casi es un mar y que abandona su discurrir a las mareas del Atlántico. Tal vez sea Carmen una ondina, y por ello sus pasos siempre regresen a orillas de un río.  El río Lérez, como antaño lo hiciera el Sil, rige su tiempo y cobija sus sueños en una isla, a Illa das esculturas es su refugio. Me imagino a Carmen como ese personaje presente en el poema de Benedetti, y así pienso y reescribo pensando en ella que «cuando sus ojos se hartan de baldosas, y esperan entre el llano y las colinas o en calles que se cierran en más calles, entonces sí se siente náufraga y sólo el agua puede salvarla». El agua del Sil, el agua del Lérez. Su Barco, su Illa. El Norte es su punto cardinal, en él se reconoce.

Mujer galaica que disfruta de la lluvia, mujer introspectiva y al mismo tiempo comunicadora, que mantiene un espacio radiofónico «El rincón del poeta», en Radio Voz Valdeorras. A veces en directo, cuando sus múltiples ocupaciones le permiten levar anclas y regresar a su tierra, la mayor parte de las veces en diferido, hablando desde el salón de su casa, en esas largas noches donde no deja de tejer sueños. Carmen vive inundada de palabras. Las palabras son su sangre, su  nutriente, lo que le da vida. Su casa es una biblioteca, un almacén de libros, me dice ella. Más de siete mil ejemplares reposan entre las paredes de su hogar, también miles de discos. Lo que escucha, lo que lee, lo que escribe, lo que vive palpita en todos esos libros, en todos esos discos. Filas y columnas de disfrute y saber acumulado en páginas impresas, en surcos de vinilo.

Desde el año 2008, es la presidenta de La Asociación Artística Cultural de Pontevedra, asociación donde confluyen pintores, escultores, escritores, críticos de arte, poetas, fotógrafos, ceramistas y todos aquellos amantes de la cultura y el arte. Es esta asociación, todo un referente en la ciudad y la revista que editan, «Los Contrastes del Arte», ha logrado, a lo largo de los años, traspasar las fronteras de la provincia para consolidarse como una publicación reconocida a nivel nacional. Carmen, lidera con mimo la elaboración de la misma. Convergen en ella artículos variados, donde los poemas, las narraciones, la historia, las fotografías, los cuadros van de la mano, haciendo de su lectura todo un deleite para aquellos que buscan disfrutar de la belleza que otros saben sacar de la fría piedra, del lienzo en blanco, del visor sin concretar, del, a veces, frío diccionario. También organizan excursiones culturales, donde no solo se puede disfrutar de la historia, sino también del romanticismo de la contemplación de las camelias en flor.

Te deslizaste entre un viento
anochecido de estrellas;
penetraste en el cobalto
de los profundos abismos
donde moran las sirenas. [2]

Deslizarse por las vivencias de M.ª Carmen Gago Florenti, es adentrarse en los blancos y azules de un mineral embrujado. Es sumergirse en la profundidad de las palabras, en la necesidad de la escritura, en el afán de conocimiento. Carmen es una maravillosa sirena cuya voz no habrá de llevarnos a perecer en ningún mar, sino todo lo contrario, su voz nos guiará a través del conocimiento, del buen hacer, de la sabiduría adquirida a través del Arte en todas sus facetas. Ella que es el Arte hecho mujer.

http://www.asacpontevedra.com/


[1] Sin Conocerte. M.ª del Carmen Gago Florenti

[2] Salpicado de mil fuentes. M.ª del Carmen Gago Florenti


Raquel Villanueva Lorca (Ponferrada, 1970). Sus inicios en la lectura se remontan a sus días de infancia, creando a través de los libros un mundo paralelo repleto de palabras y metáforas.

Comenzó sus pasos en la escritura de manera tímida, plasmando en papel reflexiones, relatos cortos, e intentos de historias algo más completas y extensas.

Divide su tiempo en tres facetas: lo leído, lo escrito y lo vivido, trío de experiencias que terminan por conformar el todo que intenta ser.

Socia fundadora del Club Petronio, que intenta —junto con el Ayuntamiento, el Consejo Comarcal del Bierzo y otros organismos públicos y privados—, fomentar la lectura y activar la vida cultural de la ciudad de Ponferrada.

Tiene cuatro libros publicados: La decisión de Elsa (2007), finalista del VI Premio Hontanar de narrativa breve. La Cruz del Sur (2015), novela ganadora del I premio de Novela Corta de Editorial Fanes. Relatos de una adoratriz (2018), antología de relatos eróticos. Relatos de mar y vida (2021), obra finalista de la IV Edición del Premio Caperucita Feroz en la modalidad de conjunto de cuentos.

Varios premios y menciones especiales en diversos concursos de relatos. Colaboradora en reconocidas antologías, como en el libro de autores bercianos que se que se editó con motivo de la entrega del Premio de la Crítica Literaria 2018, que tuvo lugar en Villafranca del Bierzo a primeros del mes de abril del año 2019, o en el muy reciente libro homenaje a la poeta berciana Manuela López. Una vida, una obra.

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