DISCRIMINACIÓN Y ACCIÓN POSITIVA. Por Manuel Casal

Sección: Con firma masculina. Vocabulario feminista 10

Sábado, 4 de noviembre. 2023

Uno de los elementos que más desigualdades origina en las sociedades humanas es la discriminación. Junto al odio, el miedo y la intolerancia, forman un conjunto de actitudes y de hechos que quiebran el mundo, descomponen la convivencia entre los seres humanos y agrandan el ámbito de la desigualdad.

Se entiende por discriminación el trato desigual que se le da a personas que son iguales. Todas las personas son diferentes, porque tienen cuerpos diferentes, pueden hablar de manera diferente o tienen gustos diferentes, pero no son desiguales, sino que todas ellas son iguales porque tienen los mismos derechos, como seres humanos que son. Esta idea general se concreta en situaciones determinadas generando discriminaciones concretas que afectan directamente a la vida de las personas. Por ejemplo, si en una empresa trabajan hombres y mujeres, y a los hombres se les paga más por el mismo trabajo que a las mujeres, se está discriminando a estas. Una vez más se detecta la presencia de prejuicios por debajo de estos vicios en la convivencia, como es la discriminación. En este ejemplo el prejuicio es el machismo, pero podrían ser otros, como veremos a continuación.

Es frecuente que las víctimas de la discriminación pertenezcan a minorías étnicas o sociales, pero también lo son grupos que por tradición, es decir, sin argumentos concretos, salvo el de la costumbre, son maltratados.

Borra el odio, lema de una campaña en Países Bajos en defensa de los homosexuales. Tomada de Wikipedia.

Los principales tipos de discriminación que encontramos en nuestras sociedades son los siguientes.

Discriminación por el género. En este caso se trata de una manera desigual a quien tiene un género distinto al del discriminador. Ocurre, por ejemplo, cuando un hombre no reconoce que una mujer, o un homosexual o un transexual tengan los mismos derechos que él, y, como consecuencia, los trata de peor manera. Es uno de los tipos más frecuentes de discriminación. Se da en ambientes familiares (la mujer tiene que obedecer, pero el hombre, no), laborales (los hombres eligen turno, las mujeres se quedan con lo que quede), de ocio (las mujeres entran gratis en alguna discoteca, los hombres pagan), etc. Aquí se sitúa el machismo, en el que el machista trata de manera desigual a las mujeres porque se considera superior a ellas. Cuando la discriminación es por la orientación sexual de otra persona, surgen la homofobia, que es el rechazo a las personas homosexuales, la bifobia, que afecta a las personas bisexuales, o la transfobia, a las personas transexuales o transgénero.

Grabado de 1482 que muestra la quema del caballero de Hohenberg y de su sirviente, condenados a morir en la hoguera por sodomía. Tomada de Wikipedia.

Discriminación por el origen étnico o nacional. Se sitúan aquí el racismo y la xenofobia. En este caso se trata de manera desigual a quienes tienen un color de piel distinto a la del maltratador, o procede de un país extranjero, o vive en una situación en la que el discriminador tiene que esforzarse en atender las necesidades de la víctima.

Discriminación por la pertenencia a una clase social. Es la que ocurre cuando se defienden privilegios para quienes pertenecen a una clase social, en detrimento de quienes no forman parte de ella. Se denomina clasismo. Lleva implícita la aceptación de que la sociedad está dividida en clases y que una es considerada superior a las demás.

Alegoría de la discriminación.

Discriminación por discapacidad. La sufren las personas con alguna discapacidad cuando son peor tratadas que el resto de ciudadanos y, a veces, excluidas de actividades habituales. Por ejemplo, cuando sus necesidades vitales son peor atendidas que las del resto de la población, lo cual ocurre a veces con algunos servicios para la dependencia, o cuando no pueden acceder a espectáculos, restaurantes o a alguna actividad por existir barreras arquitectónicas. Se denomina capacitismo. Si la discapacidad es de tipo mental, se denomina mentalismo.

Sede de la Asociación Nacional contra el sufragio femenino, una forma de discriminar a las mujeres. Tomada de Wikipedia.

Discriminación por la edad. Es la que genera desiguales tratos según la edad del ciudadano. Suelen sufrirla niños, adolescentes y personas mayores cuando no se les reconocen los mismos derechos que al resto de los ciudadanos, como exigirles conocimientos tecnológicos que nadie les ha enseñado, o no se tienen en cuanta sus necesidades a la hora de diseñar las ciudades o las políticas, o son relegados a la inactividad y al olvido por familiares adultos. Se suele denominar edadismo.

La discriminación por embarazo la sufren con frecuencia las mujeres cuando no se les reconocen sus derechos o sus oportunidades por su estado físico. Suele darse sobre todo en ámbitos laborales.

La discriminación por religión se da cuando el motivo del trato desigual son las creencias religiosas. A veces ha derivado en guerras, persecuciones, encarcelamientos y asesinatos de quienes eran considerados como herejes.

Manifestación en 1959 contra la integración escolar. Tomada de Wikipedia.

No hay que olvidar que las discriminaciones son, en el fondo, intentos de imponer las desigualdades. Lo que está en juego es la igualdad entre los seres humanos. Es por esta razón por la que los poderes públicos y, en ocasiones, también los privados toman medidas de compensación para restaurar la igualdad perdida en grupos especialmente perjudicados por las discriminaciones. Esto es lo que se denomina discriminación positiva, acción positiva o, también, acción afirmativa. Estas acciones se desarrollan sobre todo en el ámbito laboral, educativo y de participación política

Las acciones positivas surgieron en los Estados Unidos ante la necesidad de compensar las situaciones que vivían las personas negras. Luego su ámbito de aplicación de extendió a otros colectivos, con especial atención a las mujeres.

En España las acciones positivas comenzaron a concretarse a través de un sistema de cuotas. En 1982 el Partido Socialista de Cataluña estableció por primera vez que las mujeres deberían ocupar un mínimo de un 12 % en sus listas electorales. Este porcentaje fue aumentando hasta que en 2001 el PSOE propuso modificar la L.O. de Régimen Electoral General, en el sentido de que las listas electorales deberían contener en total entre un 40 % y un 60% de candidatos de cada sexo, así como en cada tramo de cinco de ellos.

La razón de esta acción la muestra Nuria Varela en su libro Feminismo para principiantes. Vemos en él que en el año 1977 la participación de las mujeres era del 6 % en el Congreso y del 1,9 % en el Senado. Con estas acciones positivas se logró que en 2004 los porcentajes fueran del 36,3 % y del 25,1 % respectivamente.

Francina Armengol, cuarta presidenta del Congreso de los Diputados desde la Transición Democrática. Tomada de Wikipedia.

Otra medida de acción positiva es la de la paridad, que hoy se considera necesaria para el mantenimiento de una democracia real. La propia Varela relata, entre otros ejemplos, cómo en la Cumbre del Milenio, celebrada en 2000 y propiciada por la ONU, asistieron 152 presidentes o primeros ministros. Entre ellos solo había 7 mujeres. Ya desde 1989 se hablaba en Europa de la necesidad de que el poder se repartiera equitativamente entre hombres y mujeres. Fue en la Declaración de Atenas, de 1992, cuando esta paridad se estableció como un derecho fundamental del ser humano y una necesidad de la democracia.

En España el intento de lograr una sociedad igualitaria, especialmente en el caso de las mujeres, se rige por la L.O para la Igualdad Efectiva de mujeres y hombres, de 2007, y por los Planes Estratégicos de Igualdad de Oportunidades que el Gobierno aprueba periódicamente.


Manuel Casal (San Fernando (Cádiz), 1950) es licenciado en filosofía por la U.C.M. y Catedrático de filosofía de Enseñanza Secundaria. Ha publicado varios libros explicativos de los textos propuestos para las pruebas de acceso a la Universidad, así como el titulado En pocas palabras. Aforismos. Ha participado en otros trabajos colectivos de diversa temática, como Mensajes en una botellaÁngel de nieveEspíritu de jazz o El oasis de los miedos. Colabora en revistas y periódicos y mantiene el blog Casa L, en donde se reflexiona sobre asuntos de actualidad.

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