EL VERDADERO ORIGEN DEL MARTILLO DE LAS BRUJAS. Por Mercedes Fisteus

Sección: Escriben nuestras jóvenes

Miércoles, 13 de marzo. 2024

Mucho se ha hablado del famoso Malleus Maleficarum, el tratado más famoso sobre identificación y caza de brujas. Sin embargo, la historia que inspiró su horrible confección no es muy conocida fuera de los círculos que estudian la historia de la brujería. Por supuesto, tiene que ver con una mujer.

Fueron dos inquisidores, Sprenger y Kramer, quienes describieron todo un sistema brujeril en el famoso Malleus Maleficarum (“Martillo de las brujas”), introduciendo la participación de íncubos y súcubos – demonios que bajo la apariencia de humanos o en su forma original tienen relaciones con las personas – en los sabbats, alimentando la leyenda sobre la sexualidad desmedida en las reuniones de brujas. Mediante prácticas indecorosas se explicaba cómo la bruja se entregaba al Diablo. Se aportaban incluso “pistas” que inventaban los tratadistas para ofrecer una serie de indicios de adoración al demonio, como por ejemplo hacer sacrificios de animales negros, rebautizar personas o imágenes, adivinar cosas usando anillos o espejos, dibujar círculos con velas en el suelo y un largo etcétera.

En realidad, el “Martillo de las Brujas” fue más idea de Kramer, también aludido con el nombre latinizado de Heinrich Institoris. Este hombre había tenido problemas legales y vagaba predicando de ciudad en ciudad. Cuando llegó a Innsbruck, en Austria, le sucedió algo. Dado que su apariencia no era la mejor, una mujer de allí empezó a acosarle. Ella era Helene Scheuberin, una fémina desafiante, atrevida y ruidosa, que humillaba continuamente al inquisidor. Dicen que le escupía por la calle, le maldecía y se negaba a asistir a sus sermones.

Ante aquello, Institoris la acusó de brujería bajo la prueba de que era promiscua desde muy joven. Sin embargo, a nadie del pueblo pareció importarle eso, aunque Institoris buscase detalles sexuales en argumentos de testigos. Tanta insistencia en este tema hizo que el jurado se sintiera incómodo y terminaron protegiendo a Helene. Ante tal frustración, el inquisidor redactaría la idea inicial para el archiconocido Martillo de las Brujas a finales del siglo XV.

Esto, que vino precedido por el famoso Concilio de Basilea (1431-1429) donde se habló de la identificación de las brujas, ayudó a iniciar una etapa sangrienta, sobre todo a finales del siglo XVI, cuando Europa vive un nuevo periodo de “caza de brujas”, más intenso que en el siglo anterior aunque de forma ligeramente diferente: con más juicios individuales y no tantos fenómenos de masas. A consecuencia, en lugares como Inglaterra, Escocia y los territorios alemanes se aprobaron varias leyes sobre brujería, alejándose de nuevo de ese escepticismo que parecía coger ventaja en tiempos anteriores.


Mercedes Fisteus

Escritora, (Villablino, León, 1995).

.Jurista y escritora, se inició en el camino de la literatura atesorando algunos premios infantiles y debutando con su novela Dentro de dos años, premiada en el certamen Ateneo Joven de Sevilla del año 2019. Desde entonces, ha seguido dedicada a la labor de escribir, tarea que compagina con la impartición de cursos centrados en las leyes laborales y el emprendimiento rural, la literatura, las leyendas, la tradición oral y la figura de las brujas en el imaginario popular, seres que ya trató en su citada novela.

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