«Veo tantas y tan insignes mujeres». Protofeminismo en Sor Juan Inés de la Cruz. Por Paula Barba del Pozo

Sección: MATRIA, hablemos en femenino (Escriben nuestras jóvenes)

Viernes, 17 de marzo. 2023

Sor Juana Inés de la Cruz, representada por Miguel Cabrera

Sor Juana Inés de la Cruz (1651-1695) fue una excepcional autora mexicana hija de padre español y madre criolla nacida en San Miguel de Nepantla, Ciudad de México.

Su obra abarca una extensísima trayectoria del barroco de Indias y ha sido calificada por muchos como “Décima Musa” y “Fénix de América”. Entre sus vértices principales, se encuentra su ferviente defensa a la erudición de la mujer y el cuestionamiento de la desigualdad a la que su sexo estaba sometido, temas que aborda en su impactante Respuesta a Sor Filotea de la Cruz (1691), texto apologético en prosa dirigido al obispo de Puebla que en este artículo pretendo analizar.

Así, me basaré en la tesis sustentada por buena parte de la crítica evaluadora de Sor Juana, la cual acierta en calificarla como la primera autora protofeminista hispanoamericana, base sobre la cual aún hoy se sustentan ideas madre del feminismo actual. El Grupo Feminista de Cultura añade a propósito de este aspecto que si por feminista entendemos a una mujer que ha tomado conciencia de su opresión como mujer y trata de influir de algún modo para transformar esta realidad, podemos decir que Juana es feminista, en la medida que podía serlo una mujer sola, en la segunda mitad del siglo XVII. Y creo que es importante matizar este aspecto histórico que los estudios han apuntado: hablar más enfocadamente de protofeminismo, pues sería anacrónico defender como término exacto que Sor Juana es feminista, ya que la primera ola de este movimiento se produce en el siglo XX y trae consigo una conciencia social despertada y materializada en un punto clave: la unión con otras mujeres, es decir, la sororidad. Así, bien es cierto lo que añade el Grupo Feminista de Cultura cuando especifica en la medida que podía serlo una mujer sola, en la segunda mitad del siglo XVII, ya que Sor Juana no podía contar con la unión que más tarde haría del feminismo una verdadera revolución.

Algunas de las ediciones dedicadas a una de sus más conocidas obras

De esta forma, se puede comprender de manera más clara por qué los postulados de Sor Juana sirvieron como colchón en el pensamiento de etapas posteriores y cómo sus preguntas y reflexiones tratan temas aún recurrentes; además, también se observará la faceta de la autora no solo como pionera para las que vendrán, sino como recolectora de una tradición femenina anterior, citando en su obra mujeres de la historia antigua y empleando técnicas de defensa para sus propia escritura que ya habían utilizado otras como ella para su mismo fin.

En la Respuesta, Sor Juana se presenta como una mujer sin conocimientos y subestimada por ella misma pretendiendo obtener la compasión o complacencia de quien la lee. Esta misma argucia literaria ya había sido puesta en marcha en el siglo XV por Teresa de Cartagena en su Admiración por las cosas de Dios, donde también defendía el derecho femenino a la erudición por este medio. Así mismo, Sor Juana continua su propia apología con un cuidado uso de la sintaxis combinado de astucia e inteligencia a la hora de elegir sus palabras, pues consigue expresar que su menor atención a escribir sobre asuntos sagrados, cuestión que le reprocha su interlocutor, no ha sido por falta de vocación, sino de preparación, pues llega a afirmar que, como la teología es la madre de todas las demás ciencias mundanas, debe empezar con las de menor rango (aritmética, lógica, retórica, etc.) para ser digna de estudiar la primera. Con ello, consigue poner de manifiesto un primer punto clave de la obra: la defensa de su propio estudio, patente en palabras como las siguientes: quisiera yo persuadir a todos con mi experiencia que no solo no estorban (las diferentes ciencias), sino que se ayudan dando luz y abriendo camino las unas para las otras.

Sor Juana emplea gran parte de la obra en dejar claro al receptor que la luz de la razón “le fue dada” y que la mayor parte de lo que escribe lo hace por petición de quien la lee. Así, repite en numerosas ocasiones lo arduo que ha sido su camino en la formación, pues habla del saber como una fuerza irreducible que no puede sortear ni voluntariamente. Cuenta su trayectoria desde que aprendió a escribir y leer a muy temprana edad hasta que más tarde, siendo tan fuerte su pasión por aprender, subordinó su belleza física a la mental, pues se cortaba mechones de pelo si no era capaz de retener el conocimiento que debía en el plazo que se había marcado y afirmaba que el pelo crecía aprisa y ella aprendía despacio. El desarrollo de su vida se añade después, desde mi punto de vista, al segundo punto fundamental: la citación de las grandes mujeres de la historia antigua (veo tantas y tan insignes mujeres) que Sor Juana va a usar, si no como argumento de autoridad, sí como respaldo a su defensa de que ya otras como ella han sido mujeres dotadas de inteligencia. De esta forma, va a emplear esta extensa citación para rebatir lo que le achacan sus contrarios escudándose en las palabras del apóstol: “mulieres in ecclesiis taceant” (las mujeres guardan silencio en la iglesia). Sor Juana muestra aquí el punto ferviente de su defensa: expone, por medio de pruebas, que la frase del apóstol no iba referida a que las mujeres no pudieran formarse de manera privada y, a raíz de esto, afirma también que los hombres deberían regirse por el mismo patrón y solo ser considerados sabios, y tener derecho a hablar, aquellos que se dedicasen al estudio. Por tanto, Sor Juana defiende que el sexo no es razón de sesgo para la erudición, sino que debe ser considerado como docto el hombre o mujer que con su estudio adquiera el saber.

Finalmente, Sor Juana deja sembrada la brillantísima defensa que hace a favor de ella misma, pero sigue sin reconocer su carácter apologético y afirma que lo que es por mi defensa nunca tomaré la pluma. Pone punto y final a su redacción dejando patente de nuevo que ella no se siente sabia, ni mucho menos digna para encomendarse a la escritura, sino que como el saber es inherente a ella solo ha querido emplearlo para ignorar menos y que, a propósito de su labor de poeta, también censurada y reprobada, asegura a su interlocutor que ha hecho revisión de sus versos y no ve el motivo por el cual deba ser reprendida (decisión por la cual hoy podemos disfrutar de obras tan impresionantes de esta autora como su famoso poema Hombres necios que acusáis a la mujer sin razón).

La historia ha demostrado que, al final, la excelentísima Sor Juana firmó una Protesta con su sangre y se consagró a sus votos quemando sus libros como seña de rendición; no obstante, su legado ha perdurado y ha sido rescatado y empleado, como mencionaba al principio, en importantes estudios feministas. Hoy en día la Respuesta a Sor Filotea de la Cruz es una obra aclamada por el grueso de la crítica y constituye una de las primeras muestras del derecho universal a la educación, ya que, en palabras de Lucía Fox Locker, lo que convierte a Sor Juana en la primera (proto) feminista de América es su creencia de que la mujer necesita tanto como el hombre en cuestión de dignidad y educación.


Paula Barba del Pozo (Villablino, León. 2002).

Estudiante de Filología Hispánica en la Universidad de Salamanca, se ha interesado por el mundo literario desde joven y, en especial, por las cuestiones que atañen a la mujer en la literatura. En 2019, obtuvo el 2º premio en el XV concurso Forum de Cultura Clásica en Gijón con el texto “Mito de Filomena y Procne: crítica social, donde censuraba la relegación femenina y defendía la reivindicación inconclusa de los derechos de las mujeres. Desde 2020 participa en revistas literarias como “El coloquio de los perros” o “Lejana: Revista Crítica de Narrativa Breve” y, desde 2022, cuenta con la sección bimensual “Matria”, centrada en funcionar como altavoz de la producción literaria femenina a lo largo de la historia. En marzo de ese mismo año asistió como ponente al “V Simposisio sobre Cultura Alienada. Hilanderas” realizado por la Universidad de la Laguna para recuperar el legado artístico de diferentes autoras. Actualmente, sigue interesada e implicada en cualquier proyecto enmarcado en la línea antes señalada.

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