Invisibles de la Antigüedad

Por Emilio Campomanes

Sección: Con firma masculina/Invisibles en la Antigüedad

Sábado, 20 de noviembre. 2021

Los arqueólogos somos los aguafiestas en una juerga. Igual paramos una anhelada autovía para limpiar “cuatro piedras”, como que ponemos en entredicho lo que ha afirmado la Historia (con mayúsculas) durante décadas. Tenemos la pésima cualidad de ganarnos enemigos y además no somos capaces de detenernos en nuestro empeño.

¿No me creen? Verán, hace años buscaba bibliografía para aclarar un hallazgo arqueológico que no acababa de entender. En otra entrada se lo contaré con detenimiento. El caso es que buscaba la forma de aclarar algo insólito, algo que todos mis manuales me decían “es imposible, las mujeres no estuvieron nunca ahí”. Por casualidad llegué hasta varias publicaciones de arqueólogas anglosajonas que trabajaban en “arqueología de género”. Ya había oído hablar del término “Historia de Género”, “Arqueología de Género” o de las mujeres y me parecía una cuestión ajena que no me incumbía. Me parecía una disciplina hecha por mujeres, para mujeres y tratando sobre mujeres en el pasado.

De todas formas leí los trabajos de estas arqueólogas. Hablaban de hallazgos (como los que tenía a veces entre manos) y les “hacían hablar” sobre niños, mujeres, familias…, lo que hacían en el pasado o a qué se dedicaban. Es lo que tiene la Arqueología, apenas trata sobre grandes personajes del pasado, solo de gente normal. Y sobre todo, documentaban la presencia de mujeres en lugares “donde no debían estar” y haciendo cosas que “no debían hacer”. Alguien había afirmado que no las correspondía determinados papeles, pero la Arqueología, en su probada habilidad para meterse en líos, dejaba en entredicho una visión del pasado, que dicho sea de paso, quedaba en muy mal lugar.

A menudo son los pequeños objetos encontrados los que nos permiten seguir el rastro de la actividad de las mujeres y los lugares en los que estuvieron en cada momento. Imagen de «El tesoro de la hechicera», encontrado en las ruinas de Pompeya. Foto Parque Arqueológico de Pompeya

Después he leído más sobre historia de las mujeres y me he vuelto a sorprender. Cuando parecía que escuelas de investigación tradicionales agonizaban (intelectualmente), se hacía una relectura sorprendente de viejos datos. Los textos de la Antigüedad, los objetos arqueológicos, los restos humanos de los cementerios…. ¡Lo habíamos leído mal! Mejor dicho, habíamos leído como alguien nos había dicho que se hacía. Probablemente a nuestros profesores sus maestros les habían dicho lo mismo y así durante varias generaciones. Hemos descrito en el pasado nuestras propias relaciones sociales, los niños separados de las niñas en las escuelas por ejemplo. En muchos textos históricos no ponía lo que creíamos o en las tumbas a veces no aparecía lo que creíamos. Mirábamos toda esa información pero no la veíamos.

¡Hay que volver a releer prácticamente todo! Lo visualizo como una tarea abrumadora, ingente. Pero me gusta pensar en las nuevas generaciones de arqueólogas e historiadoras, que entrarán con menos vendas en los ojos y menos tópicos en la cabeza. Conozco varias que se han entregado a ello y lo hacen con rigor. También muchas investigadoras veteranas, que superan otros tiempos y asumen un papel activo.

Mi participación en este blog con “historias de género” puede ser una intromisión y a veces preferiría dar un paso atrás. Vaya por delante que no busco protagonismos. Pero también pienso que no debemos seguir repitiendo errores. No debemos convertir esta relectura en otra “tarea de género”, en algo solo de arqueólogas, o, peor, algo minoritario. Sino que todas y todos los profesionales que reconstruimos el pasado debemos trabajar en una dirección y quien se dedique a reconstruir el pasado con un mínimo de veracidad deberá incorporar esa “relectura” de la que hablaba. Nadie podrá volver a tratar sobre los emperadores romanos, sabiendo que muchas mujeres de las familias imperiales llevaban asuntos tan complejos como la política exterior.

…todas y todos los profesionales que reconstruimos el pasado debemos trabajar en una dirección y quien se dedique a reconstruir el pasado con un mínimo de veracidad deberá incorporar esa “relectura” de la que hablaba.

Sobre el término “Historia de género” tengo mis dudas. Es un término anglosajón y heredado (Gender History). En realidad creo que hacemos “Historia de las mujeres”, es decir, tratamos de atribuir los méritos y los fracasos, las grandezas o las miserias a sus verdaderos autores. En muchos casos mujeres.

Lo podría llamar “Historia con las mujeres”, es decir, escribir una Historia más colectiva y sin ocultar a la mitad de la población. De forma conjunta hemos sufrido invasiones, hemos invadido otros pueblos, hemos emigrado…, pero en los libros de Historia solo aparecen reyes, nobles, guerreros a los que se les atribuye decisiones (buenas y malas) que muchas veces no les corresponden. Así que el relato ha de incluir a toda la población.

He preferido titular mis aportaciones como “Invisibles en la Antigüedad”, aunque estas mujeres nunca fueron invisibles para sus coetáneos, solo han sido invisibles para nosotros, que no hemos sabido verlas o no hemos querido verlas. Otras decidieron hacerse invisibles por decisión propia, para evitar suspicacias o problemas con algunos sectores de su sociedad. Casi siempre las hemos tenido delante, pero como buenas invisibles no hemos sido capaces de verlas. Ser invisible tiene muchas acepciones y posibilidades.

De forma conjunta hemos sufrido invasiones, hemos invadido otros pueblos, hemos emigrado…, pero en los libros de Historia solo aparecen reyes, nobles, guerreros a los que se les atribuye decisiones (buenas y malas) que muchas veces no les corresponden. Así que el relato ha de incluir a toda la población.

Por mi parte, en las entradas de este blog voy a narrar historias de la Antigüedad que me han dejado perplejo por su alcance. Quizá alguien aprenda algo, aunque solo aspiro que les resulte entretenido


Emilio Campomanes Alvarado

Licenciado en Arqueología e Historia de la Antigüedad y arqueólogo profesional durante 25 años, ha trabajado en la provincia de León y limítrofes, sobre todo en lugares de época romana como el anfiteatro, el acueducto o la Puerta Obispo de la ciudad de León, o el ad Legiomen (Puente Castro); también otros medievales como San Miguel de Escalada o la iglesia paleocristiana de Marialba de la Ribera, e incluso algunos modernos. Aunque la mayoría han sido relacionados con su especialidad en época romana, siempre ha mirado hacia los periodos difíciles, como la transición entre la Antigüedad y el Medievo.

Afirma haber muerto y haber regresado y desde entonces dice haberse “jubilado”. En ese momento es de las pocas veces que deja de hablar interminablemente. Aunque ser arqueólogo se lleva dentro y difícilmente dejará de sentirse tal. Tipo excéntrico –por si el lector aún no se había dado cuenta–, afirma que le gusta la enseñanza, para horror de los profesores de verdad, los profesionales. Imparte cursos, clases, talleres en el medio rural y afirma que le divierten mucho. Pero no se considera profesor y afirma haber sido rechazado en varias ocasiones para entrar en la enseñanza, lo cual honra un cuerpo serio como éste.

Ha publicado numerosos artículos de investigación en diversas revistas científicas y en congresos. Si a alguien le interesa aburrirse leyendo alguno, puede descargarlos aquí (https://independent.academia.edu/EmilioCampomanes). Pero desde hace unos años se ha pasado a la divulgación, que espera hacer con rigor, aunque su mayor interés es no aburrir al público lector, ni desde luego aburrirse a uno mismo. Fruto de su interés por la divulgación son dos libros “Guía del León Romano” y “El Legado de Roma en León”, ambos en la editorial Lobo Sapiens. Ha estado inmerso en un proyecto llamado “Hispanas”, recogiendo noticias de la actividad de las mujeres en la Hispania romana.

En la actualidad se encuentra inmerso en varios proyectos de los que se niega a dar información: “si cuentas tus proyectos se gafan”, afirma con voz seria.

2 comentarios en “Invisibles de la Antigüedad

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s