Por Marta Muñiz Rueda
Sección: Mujeres en la Música
Lunes, 4 de octubre. 2021
Como ya he afirmado en anteriores ocasiones, creo que la música culta continúa entre nosotros solo a través de dos formas: las composiciones independientes y particulares que ven la luz, o no, en las salas de conciertos y a través del cine. Las Bandas Sonoras Originales son su mayor fuente de supervivencia. Y en esta línea hoy vamos a resaltar la labor de una mujer que es el máximo exponente en su campo: Rachel Portman.
Rachel Portman, (Haslemere, 11 de diciembre de 1960), es una compositora británica, conocida principalmente por su trabajo en el mundo del cine. Fue la primera mujer en ganar el Premio Óscar a la mejor banda sonora original, en 1996, por la película Emma y a partir de esta cinta, grabará melodías inolvidables para la gran pantalla.
Hija de Penelope Mowat y Berkeley Charles Portman, es madre de tres niños, Anna, Giulia y Niky. Estudió en Charterhouse School y Worcester College, Oxford.
Portman fue nominada al premio Óscar por sus producciones para Las normas de la casa de la sidra (1999) y Chocolat (2000). También compuso las bandas sonoras de otros filmes, entre los que se destacan: Benny & Joon (1993), Ethan Frome (1993), Sólo tú (1994), Smoke (1995), Marvin’s room (1996), Adictos al amor (1997), La bella y la bestia 2 (1997), La leyenda de Bagger Vance (2000), La verdad sobre Charlie (2002), Hart’s War (2002), La sonrisa de Mona Lisa (2003), La mancha humana (2003), El mensajero del miedo (2004), Oliver Twist (2005), Infamous (2006), La casa del lago (2006), La Duquesa (2005) One Day (2011) y El Héroe de Berlín (2016).
Para televisión, compuso la banda original de los trece episodios de El Cuentacuentos de Jim Henson, y dos episodios de The Jim Henson Hour («Monster Maker» y «Living with Dinosaurs»).
Otros trabajos incluyen una ópera infantil, The Little Prince (que luego fue adaptada para televisión). En agosto de 2007 fue comisionada para escribir una pieza de música coral para el BBC Proms series.
La clave en la música cinematográfica de Rachel es la claridad. Ella misma dice que compone ‘sin molestar’, al servicio de la imagen. Crea atmósferas de gran belleza sabiendo que la música es un elemento clave para intensificar la emoción de cada escena, pero sin interferir en el resto de elementos que componen la obra de arte. Se trata de motivos sencillos elaborados desde su piano, posteriormente un arreglista los traspasa a versión orquestal y el resultado es una banda sonora fácilmente reconocible, muy pura, sin adornos vacuos, sin elementos prescindibles, leits-motive que el espectador recordará fácilmente al evocar la historia, pero que no interfieren de forma directa en el desarrollo de la trama.
Portman decidió dedicarse a esta faceta de la música empujada por sus compañeros de instituto y su experiencia junto a ellos. La compañía teatral del centro le encargaba a la joven Rachel de 14 años que compusiera temas musicales para acompañar sus representaciones y es ahí donde la autora empezó a sentirse cómoda y a darse cuenta de que poner música a grandes historias era su gran vocación.
No cabe duda de que Rachel es una de las compositoras cinematográficas más aclamadas. No sólo ha sido la primera mujer en ganar un Oscar a la mejor BSO por Emma en 1996, También ha sido la primera en llevarse un premio Primetime Emmy (Bessie, 2015) y posiblemente la más nominada para otros premios muy prestigiosos (Bafta, Globos de Oro, Grammy…). Desde los 22 años hasta la actualidad ha escrito más de cien bandas sonoras para cine y televisión, siendo la compositora europea más internacional. Seguro que no ha sido fácil sobresalir en un campo en el que los hombres han sabido brillar con una luz cegadora (Morricone, Nyman, Zimmer, Williams, Mancini).
Acostumbrada a componer bandas sonoras dulces y románticas, como sucede con Emma, Las normas de la casa de la sidra o Chocolat, Rachel se vio sometida a un auténtico reto cuando le encargaron crear la música de otro tipo de films, más cercanos al thriller, a la acción desbocada o al suspense, como fue el caso de El mensajero del miedo. Portman sabía que tendría que componer algo terrorífico, lleno de reminiscencias árabes, pues la acción se desarrollaba en Kuwait. En resumen, se trataba de un encargo muy distinto, un tipo de música al que no estaba acostumbrada y que rompía por completo con su estilo habitual. La primera versión fue desechada por el director. Su creadora no dio en el clavo. Tuvo que componer una nueva en tiempo récord, quince días, una melodía obsesiva, llena de obstinato y acordes disonantes que fuera más afín al cine de Jonathan Demme, director también de El silencio de los corderos. Finalmente, Portman lo consiguió. A ello le siguió el difícil caso que era poner música a Historia de un crimen, donde Rachel tuvo que convertir en melodía al propio Truman Capote. Y por supuesto, también lo logró. No en vano es la gran maestra de las Bandas Sonoras. ¿Queréis conocer sus principios? Aquí los tenéis:
- La música debe usarse con prudencia.
- Debe concebirse como un actor secundario, aunque su función sea importante.
- Debe ser inteligente y aportar una perspectiva propia.
- Debe estar a la altura de la película, sin interferir en ella.
- Debe actuar como una fuerza invisible.
- Debe ser tan simple como práctica.
- Debe ser comunicativa y fácil de asimilar por el espectador medio.
No dejes de escuchar la creación de una de las mejores compositoras contemporáneas, Rachel Portamn, Música y escena:
-Chocolat: https://youtu.be/Dotj3URN7aQ
-Emma: https://youtu.be/y2QWXJO43jo
-Oliver Twist: https://youtu.be/clJ1BNGeWcA
-Lo mejor de R. Portman: https://youtu.be/jmoLUAc8aFQ
Marta Muñiz Rueda (Gijón, 1970) es escritora y músico. Ha publicado libros de poesía (El otoño es nuestro, Libro de la delicadeza), la novela Tiempo de cerezas, y los libros de cuentos 13 cuentos dementes y Anna y las estrellas. Desde pequeña su vida ha estado ligada al aprendizaje y la enseñanza del piano y la composición, ya que todas las mujeres de su familia han estudiado interpretación. Es licenciada en Filología Hispánica por la Universidad de Oviedo y titulada profesional de piano por los Conservatorios de Gijón y León. Como compositora puso música a poemas y textos de Miguel de Cervantes y Lope de Vega en la obra ‘Duelo de ingenios’, actuando a dúo con la soprano Ana Clara Vera Merino, estrenándose con gran éxito en la Biblioteca Pública de León. También es autora de cuatro obras de teatro musical infantil en la compañía de la que forma parte, ‘Moraleja de la candileja’. Ha participado en numerosos eventos artísticos, antologías, revistas culturales y es columnista de opinión del diario de información general La Nueva Crónica.